Como otras grandes urbes italianas, se caracteriza por una arquitectura en parte de estilo románico clásico y en parte renacentista pero con la diferencia de que en la Historia del Arte, lo veneciano ha sido prácticamente un estilo en sí mismo. La mezcla es de una espectacularidad deslumbrante y no te dejará indiferente.
La cantidad de actividades que podrás realizar en la ciudad son tremendas. Debes empezar visitando la maravillosa Plaza de San Marcos y su basílica del mismo nombre. Ambas se han convertido con los años en el símbolo de Venecia. Si, además, consigues subir a la cercana Campanile, podrás disfrutar de unas vistas inolvidables de toda la ciudad.
Aunque se hayan convertido en un tópico, los paseos en góndola por el Gran Canal siguen siendo experiencias increíbles. Piensa que de todas formas es la única manera de ver algunos de los edificios más emblemáticos desde una perspectiva singular como, por ejemplo, el Ca’ Rezzonico o el Ca’ de Oro.
Tendrás la oportunidad de ver maravillas arquitectónicas como el puente Rialto o el Palacio Ducal, entre muchísimas iglesias, basílicas y palacetes, que encierran en su mayoría museos llenos de obras inmortales de la pintura veneciana, con autores como Tiziano, Veronés, Canaletto o Bellini. Y si te queda tiempo, no olvides hacer el tour por las islas de Murano, Burano y Torcello.
Y, si quieres saber todo lo que Venecia puede ofrecerte, visita la web de la oficina de Turismo de Venecia.